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Club de Planeadores Los Caranchos

Aeródromo:  Ruta Provincial C-45  -  ALTA GRACIA  -  Departamento Santa María  -  Provincia de Córdoba  - República Argentina


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Teoría de Vuelo para Pilotos de Planeador

Stafford Allen

Capítulo I ] Capítulo II ] Capítulo III ] Capítulo IV ] Capítulo V ] Capítulo VI ] Capítulo VII ] [ Capítulo VIIIa ] Capítulo VIIIb ] Capítulo IX ] Capítulo X ]

Capítulo VIII a

INSTRUMENTOS

En casi todos los planeadores, excepto en los primarios, hay una cantidad de instrumentos montados en el panel, frente al piloto. En una máquina de alta performance puede haber un numero alarmante de instrumentos, mientras que los planeadores más modestos se manejan muy bien con escasamente dos o tres. No sugerirnos que usted necesite convertirse en un experto reparador de instrumentos si desea volar, pero le será de gran ayuda comprender cómo trabajan algunos de ellos.Los instrumentos aeronáuticos dirán la verdad, en general, pero para obtener la verdad de los mismos deben ser leídos con alguna inteligencia. Aquí investigaremos los principios bajo los cuales trabajan los más importantes instrumentos y veremos cuáles son sus limitaciones. Luego, tal vez cuando sus instrumentos parezcan estar contando historias extrañas, usted sabrá por qué y no será inducido a confusión.

En primer lugar, ¿qué instrumentos encontraremos? Los más comunes son: velocímetro, altímetro, variómetro y brújula. Además, hay algunos instrumentos destinados principalmente al vuelo a ciegas, incluyendo el indicador de giro, horizonte artificial e indicadores de nivel.

Nos referiremos primero al grupo principal y los describiremos en orden.

EL VELOCÍMETRO

El velocímetro indica la velocidad del planeador. Es un pequeño instrumento con una aguja, similar al velocímetro de un auto, y está calibrado en kilómetros, en millas por hora o en nudos (knots). Este velocímetro indica la velocidad del planeador con relación al aire en el cual se halla volando. No tiene nada que ver con la velocidad del planeador respecto al suelo. Hablando con precisión, podemos afirmar que no siempre indica la velocidad real, como veremos luego.

El velocímetro mide la presión que se ejerce sobre un tubo enfrentado a la corriente de aire. Esta presión es muy pequeña: a 80 kilómetros por hora equivale aproximadamente a la de una columna de agua de 2,5 centímetros en un tubo U. Por lo tanto, el instrumento es muy delicado. Dentro del instrumento hay una cápsula en forma de disco, con ondulaciones concéntricas para hacerla más elástica, la cual se encuentra conectada por medio de un tubo al extremo posterior de un tubo pitot. Este último generalmente se halla ubicado en la parte superior de la nariz de la mayoría de los planeadores y consiste en dos tubos apuntando hacia adelante. Uno de los tubos tiene el extremo abierto mientras el otro está cerrado pero posee una serie de pequeños agujeros a lo largo. La presión originada por el impacto del aire en la parte abierta del tubo da lugar a que la cápsula, que está hecha de un metal muy delgado, se combe y esta deformación es multiplicada por una serie de palancas y engranajes que mueven la aguja. La primera pregunta que hace cualquiera es la de para qué sirve el otro tubo con el extremo cerrado. Buenos, si estamos midiendo un pequeño aumento de presión debemos tener algo con qué compararlo. Lo que el instrumento necesita saber es cuánto se ha incrementado la presión del aire por el impacto en el extremo del tubo abierto, en relación con la presión estática ordinaria. Por esta razón, el recipiente del instrumento, que deberá estar herméti­camente cerrado, se conecta al segundo tubo, el que tiene el extremo cerrado y posee pequeños agujeros a lo largo; de esta manera la presión de la caja es igual a la atmosférica o estática. Si dejamos que la caja del instrumento quede abierta dentro de la cabina podremos introducir un gran error desde que el aire puede tender a salir o entrar de la misma con lo que la presión será ligeramente mayor o menor que la exterior. Debido a que estamos midiendo un pequeño incremento de presión esto es muy importante.

Veamos ahora lo relativo a los errores. El velocímetro es también denominado indicador de velocidad del aire, pero esto es verdad solamente a nivel del mar. A todas las alturas sobre el nivel del mar el velocímetro proporciona una cifra inferior a la real. Esto se debe a que el aumento de la presión en el extremo descubierto del tubo varía directamente con la densidad del aire. Ese hecho tiene relativamente poca importancia hasta que llegamos a grandes alturas. A 6000 metros una indicación de 55 kilómetros por hora equivale a 75 kilómetros por hora reales. Esto no tiene tanta importancia en el mundo del vuelo a vela como la tiene para los tripulantes de aviones a reacción. La resistencia y la sustentación son afectadas exactamente de la misma manera por la densidad del aire: ambas disminuyen con la disminución de la densidad. Por lo tanto, en un aire de menor densidad el planeador entrará en pérdida a una velocidad real mayor, pero desde que el velocímetro no proporciona una velocidad menor que la real, la cual está determinada por esa menor densidad del aire, la pérdida se producirá a la velocidad normal, según la lectura del velocímetro.

Por ejemplo, un planeador entrará en pérdida a 55 kilómetros por hora a nivel del mar; a 6000 metros lo hará a 75 kilómetros por hora, pero en ambos casos el velocímetro indicará 55 kilómetros. En forma similar, la velocidad de mínimo descenso o máximo planeo será las mismas según el velocímetro a cualquier altura a pesar de que la velocidad real aumenta con la altura. Por lo tanto, podemos considerar este error como una ventaja positiva ya que evita al piloto mucho esfuerzo mental. En resumidas cuentas, el instrumento nos indica algo más útil que la velocidad real respecto al suelo.

El siguiente error que debernos considerar es el de posición. El aire que se encuentra alrededor de un planeador es perturbado en alguna medida a cierta distancia por encima y por debajo, así como por delante y por detrás. El único lugar satisfactorio para colocar el tubo estático es el de unos 20 metros lejos del planeador, pero esto es prácticamente imposible. El diseñador tiene un gran problema en encontrar el mejor lugar para situar el tubo estático, pero cuando lo ha encontrado, debe también hallar en qué medida la cercanía de las alas o el fuselaje afectan la lectura del instrumento. En muchas cabinas se encuentra una pequeña tarjeta que proporciona las correcciones requeridas a distintas velocidades. Este es un problema bastante complicado por el hecho de que sólo a un ángulo de ataque determinado el aire afecta al tubo abierto frontalmente. Sin embargo, se obtiene un resultado razonablemente bueno en muchos planeadores ubicando el tubo pitot en la nariz. No debemos confundimos si vemos un solo tubo en la nariz de un planeador. No se trata, en realidad, de un solo tubo sino de dos, pero el que tiene el extremo cerrado ha sido colocado lejos del otro.

El tubo pitot tiene una molesta tendencia a helarse y dejar de funcionar cuando se vuela en nube en ciertas condiciones de temperatura. Algunas veces se instala un sistema de calentamiento eléctrico para derretir el hielo, pero más comúnmente en la actualidad el tubo abierto se orienta en sentido contrario y se instala en un pequeño recipiente, el cual se ubica en la nariz del planeador. Este último tipo es más o menos inmune a problemas de formación de hielo. Además, en la búsqueda de eficiencia en estos días el tubo estático tiene una tendencia a desaparecer. Se lo reemplaza por dos agujeros cuidadosamente ubicados en el fuselaje, uno a cada lado, para evitar errores debido a derrapes. Si se elige adecuadamente la posición de estos agujeros, los mismos pueden proporcionar una presión estática muy segura y, por supuesto, evitan la pequeña resistencia que se origina en un tubo situado fuera del fuselaje.

Por último, puede haber algunos errores en el velocímetro mismo. Tales errores deben conocerse si se hacen presente y si el instrumento es utilizable deben ser tan pequeños que puedan ser despreciados. Si se tienen dudas debe controlarse el instrumento.

Con todos estos problemas de formación de hielo y de errores, resulta sorprendente que nadie haya todavía producido algo mejor para indicar la velocidad. Nadie lo ha hecho, sin embargo. Si usted cree que puede hacerlo, por favor, hágalo.

EL ALTÍMETRO

El altímetro no indica la altura del planeador sobre el suelo. Mucha gente cree que esto es lo que hace el instrumento. Todos llegan a comprender la verdad, pero algunos lo hacen por el camino difícil. Podemos, por supuesto, encontrar la altura de nuestro planeador sobre el suelo mediante el altímetro, pero para ello necesitamos utilizar nuestra inteligencia. Para ver cómo puede ser esto, primero debemos entender cómo funciona el instrumento.

Dentro de la caja del altímetro hay una cápsula parecida a la del velocímetro, excepto que en este caso la cápsula se halla sin aire y cerrada herméticamente. Para evitar que se aplaste por la presión del aire tiene un fuerte resorte. Si la presión atmosférica varía, la cápsula será comprimida o se expandirá de acuerdo al incremento o disminución de la presión exterior. Este movimiento de la cápsula es multiplicado por medio de pequeñas palancas y engranajes e indicado por medio de una aguja en un dial. En realidad muchos planeadores modernos tienen dos agujas, una para cientos y otra para miles de metros o pies, pero el principio que hemos explicado es el mismo. Se trata, en síntesis, de un perfecto y común pequeño barómetro, calibrado en metros (o pies) y con una escala mucho mayor que el que probablemente tiene usted en su casa. La parte interior de la caja del altímetro se halla conectada al tubo estático del pitot. Muchos pilotos no dan importancia a esto y dejan el estático del altímetro conectado a la cabina, lo cual no tiene mucha importancia desde que los cambios de presión que registra este instrumento son muy grandes y pequeñas variaciones entre la presión exterior de la cabina y dentro de la misma no tienen sino un efecto muy ligero en las lecturas del instrumento.

Dado que el altímetro trabaja midiendo la presión estática o atmosférica, cualquier cambio en esa presión lo afectará. Para permitir al piloto ubicarlo en cero el altímetro tiene una pequeña perilla la cual cuando se gira mueve la aguja o agujas. Si el piloto coloca el instrumento en cero antes del despegue (reglaje QFE), la lectura del dial durante el vuelo será una lectura real de su altura sobre el punto de partida. Supóngase, por ejemplo, que trepa a 1500 metros; entonces el altímetro indicará 1500 metros. Si ahora el piloto hace un vuelo de distancia y atraviesa una serie de sierras con una altura de 450 metros, el altímetro seguirá indicándole 1500 metros, aunque tendrá 1500 - 450 = 1050 metros entre él y la cima de las sierras.

El piloto dispone de una carta que le proporciona la altura de los distintos puntos del país, en metros sobre el nivel del mar, y esos puntos se hallan unidos por una línea continua. Las distintas alturas se señalan en las cartas con diferentes colores, de tal manera que el piloto puede advertir de un vistazo la altura del terreno sobre el cual está volando y la del que se encuentra por delante.

Puede, asimismo, determinar en forma muy simple cuál es su altura sobre el suelo en cualquier momento, partiendo de la base de que sabe exactamente dónde se encuentra. Muchos pilotos cuando vuelan sobre el club y no intentan realizar vuelos de distancia, fijan su altímetro en cero antes de despegar. El altímetro indica entonces la altura real sobre el punto de partida. Sin embargo, cuando se realizan vuelos de distancia la práctica más común aconseja, antes de despegar, fijar la altura correspondiente al punto de partida sobre el nivel del mar (reglaje QNH), de tal manera que cuando se encuentre en el aire el piloto se ahorrará una serie de cálculos mentales dado que el altímetro le proporcionará la altura sobre el nivel del mar y sus cartas le indicarán también las alturas sobre el nivel del mar.

Hay otra fuente de error que debe tenerse en cuenta. A menudo, cuando se deja un planeador con el altímetro en cero durante toda la noche, a la mañana siguiente encontramos que la aguja indica 50 o más metros. Esto se debe a que la presión atmosférica ha descendido durante la noche. Si la presión aumenta el altímetro indicará -50 metros o menos. Ahora, si despegamos luego de haber fijado el altímetro en cero, volamos varias horas y la presión atmosférica vuelve a variar en la misma proporción, el altímetro no estará en cero cuando aterricemos, no obstante hacerlo en el mismo lugar de donde partimos. Afortunadamente, la presión atmosférica no varía mucho en pocas horas, pero en condiciones de tiempo inestable debe esperarse que así ocurra. Esto obliga al piloto consciente a echar un vistazo al mapa del tiempo antes de empren­der un vuelo de distancia largo para saber qué puede esperar.

Algunos altímetros tienen una pequeña escala en el dial que indica la presión en milibares, la cual se halla conectada a las agujas. Esto, en realidad, es un legado del vuelo con motor. Su finalidad es que un piloto de avión que se está aproximando a su destino, luego de llamar por radio al aeródromo y recibir la presión del lugar en milibares, pueda fijar este dato en el altímetro, con lo que dispondrá de la altura real sobre su destino.

Hay en la actualidad un altímetro que realmente proporciona la altura sobre el suelo. Se denomina radioaltímetro y consiste en realidad en un radar que determina la distancia hasta el suelo, basado en el principio del eco sonda. Sin embargo, necesita una fuente de electricidad, pesa demasiado para nuestras posibilidades en un planeador y su precio lo hace bastante inaccesible. No es para nosotros.

EL VARIÓMETRO

El variómetro es el único instrumento verdaderamente importante para el piloto de un velero. En realidad, podemos afirmar con propiedad que el vuelo de distancia tuvo que esperar hasta la invención de un variómetro práctico y aun los mejores pilotos hoy en día se encuentran casi indefensos sin un buen variómetro. La función de este instrumento es indicar al piloto dónde asciende o desciende el aire con respecto a la tierra. Es un instrumento peculiar para el mundo del vuelo a vela y si bien es cierto que los aviones a menudo disponen de un indicador de ascenso y descenso, éste es algo poco sensible y torpe comparado con nuestro variómetro.

Existen muchos tipos distintos de variómetros y siempre hay alguien inventando uno nuevo, pero casi todos ellos trabajan básicamente sobre el mismo principio. Este principio es el de que si tenemos una botella de aire y nos elevamos o descendemos, la presión exterior a la botella se hace mayor o menor que la interior, desde que la presión atmosférica disminuye con la altura y viceversa. En consecuencia, a medida que nos elevamos el aire de la botella tenderá a salir y cuando descendemos tenderá a entrar en ella. El variómetro simplemente indica este pasaje de aire y lo mide, indicando cuán rápido está elevándose o bajando el velero.
         Figura 18 - Variómetro
La   figura  18  indica  el funcionamiento de uno de los tipos de variómetro usado (Cobb-Slater). B es una botella; en la práctica es un termo exactamente igual al que usamos para conservar caliente el te o el café. La razón de que se utilice un termo es para aislar el aire interior de cualquier cambio de temperatura que podría variar su presión.  Este  termo  se  halla conectado a dos tubos transparentes de plástico ligeramente cónicos, montados  en  el  panel  de instrumentos; una conexión va a la parte superior de uno de estos tubos y la otra a la parte inferior del segundo. Los otros dos extremos de estos tubos están conectados al estático del tubo pitot. Dentro de los tubos plásticos transparentes hay dos pequeñas bolitas, una de color rojo y la otra de color verde. Ahora imaginemos que el planeador en el cual este aparato está instalado comienza a ascender. La presión en el estático disminuye por lo que el aire trata de salir del termo. No puede hacerlo a través del tubo que contiene la bolita roja, puesto que ésta es empujada hacia abajo y lo obtura, pero en cambio puede ascender por el tubo que contiene la bolita verde y la empuja hacia arriba. Cuanto más rápido asciende el planeador, más rápido fluye el aire fuera del termo y más alto se eleva la bolita verde. La posición de la bolita proporciona una indicación del régimen de trepada y esto puede leerse en una escala marcada al costado de cada tubo transparente.

Exactamente lo mismo ocurre si el planeador desciende, excepto que en este caso el aire fluye hacia el termo. Ahora el aire no puede pasar por la columna de la bolita verde, puesto que ésta es empujada hacia abajo y cierra el camino, pero en cambio la bolita roja se eleva dejando pasar el aire e indica el régimen de descenso en pies o metros por segundo. Si ambas bolitas descansan en la parte inferior de los tubos, entonces el planeador no está ascendiendo ni descendiendo. El estático en el tubo pitot se utiliza porque si dejamos el instrumento conectado a la cabina, cualquier ligera variación en la presión interior del planeador como la que puede producirse al abrir una ventanilla de ventilación, podría causar considerables errores al igual que en el caso del velocímetro, ya que estamos manejándonos con pequeñas variaciones de presión.

Últimamente ha habido una invasión de variómetros eléctricos y alguien cree estar inventado algo nuevo cada día. Sin embargo, el principio básico permanece igual. Tenemos un termo y medimos el aire que sale o entra. El gran avance de los variómetros eléctricos es que no tenemos que hacer que el aire mueva ningún pistón, bolita o aguja en su camino hacia dentro o fuera del termo. Podemos dejarlo fluir libremente y medir su intensidad por medio de algún sistema eléctrico, resistencia, termocupla o lo que se desee. En consecuencia, el variómetro eléctrico puede hacerse mucho más sensible y de respuesta mas rápida a los cambios de altura.

Lo que necesitamos de un variómetro es que sea sensible, es decir, capaz de detectar pequeñas variaciones de ascenso o descenso combinado con ausencia de retardo. Con esto queremos significar que el variómetro deberá indicar que ascendemos tan pronto como el ascenso comienza y mostrar que dicho ascenso ha terminado en cuanto la trepada deja de tener lugar y, lo mismo, por supuesto, para el descenso. Concretamente, deseamos saber qué está ocurriendo ahora, no que estaba ocurriendo medio minuto antes.

Puede parecer sorprendente que un instrumento basado en principios aparentemente tan primitivos pueda cumplir su cometido. La realidad muestra que si lo hace. Si usted necesita convencerse de ello póngase el termo bajo el brazo, sostenga el instrumento en sus manos, conéctelo con un par de tubos de goma y suba y baje lentamente por una escalera. Se sorprenderá al advertir su increíble sensibilidad. (Tal vez deberíamos recordar que este experimento se facilita si previamente se saca el instrumento del planeador).

Los principales errores en los variómetros se deben a las variaciones de la velocidad del planeador. Realmente, este no es un error en sí, sino que el variómetro nos está diciendo la verdad literal. Ello se debe a lo siguiente. En una térmica turbulenta a menudo resulta difícil mantener constante la velocidad del planeador. El velero es sacudido por la turbulencia y la nariz se eleva o baja ligeramente causando fluctuaciones en la velocidad. Estas fluctuaciones pueden apreciarse como ligeras trepadas y picadas. El variómetro muestra las picadas como descenso o más probablemente como reducción del ascenso y las trepadas como incremento del ascenso, pero esto puede conducir a un error, aunque es la verdad literal desde que los ascensos pueden o no tener lugar cuando la térmica acelera su ascenso y el piloto busca de hallar la mejor parte de la térmica.

Para solucionar esta dificultad muchos veleros han sido equipados con un venturi de energía total, al cual se conectan los variómetros, en lugar de conectarlos al estático. Para comprender cómo funciona este dispositivo, primero tenemos que echar una ojeada al venturi.

Figura 19 - Venturi

La figura 19 constituye un corte lateral de un venturi, así llamado en homenaje a su inventor. Se trata, simplemente, de un tubo con un ligero estrechamiento o agolletamiento cerca de uno de sus extremos; por lo tanto, comprende dos formas cónicas, una de ellas (la dirigida hacia adelante) mucho más corta que la otra. Este pequeño tubo se sitúa en la parte superior del planeador de tal manera que el aire fluya directamente a través del mismo. Por lo tanto, el aire que pasa por la garganta de este tubo sufre una fuerte reducción de la presión y si conectamos un tubo a dicha garganta, el venturi absorberá aire a través del mismo. Cuanto más rápido se mueva el aire en el venturi, más fuerte será la succión.

A primera vista esto parecerá muy sorprendente. Sin embargo, cualquier fluido al que se lo hace mover rápidamente sin agregarle energía, pierde en presión lo que gana en velocidad. Esto se conoce como el teorema de Bernoulli. Será obvio que el aire se mueve mucho más rápido a través de la garganta del venturi que a través del extremo abierto ya que el área es mucho menor. Las entradas del venturi están suavizadas como para que el ingreso y la salida del aire se vean tan libres de turbulencia como sea posible.

Partiendo de la base de que un tubo venturi produce una succión, ¿qué significa esto para nosotros? En primer lugar, el venturi  de energía total  para  un variómetro debe estar cuidadosamente hecho a fin de que su succión a cualquier velocidad sea exactamente el equivalente de la presión que se ejerce en el extremo abierto del tubo pitot. Ahora conectemos el variómetro al venturi de energía total en lugar del estático del tubo pitot, dejando las conexiones al termo y demás, exactamente como antes. Luego remolquemos el planeador a 75 kilómetros por hora. El venturi comienza de inmediato a succionar aire del termo hasta que la presión de éste iguala a la presión en la garganta del venturi. Durante este tiempo la bolita verde del variómetro indica ascenso aunque no haya tenido lugar ningún ascenso. En adelante, mientras la velocidad se mantenga a 75 kilómetros por hora el variómetro se comportará exactamente como antes, indicando ascenso o descenso. Pero si la velocidad se modifica, entonces el venturi comienza a interferir. Imaginemos que mientras un velero se encuentra virando y ascendiendo a 1 metro por segundo en una térmica el piloto inadvertidamente permite que la velocidad fluctúe entre 75 y 90 kilómetros por hora. Mientras el planeador gana velocidad el régimen de ascenso disminuye desde que la velocidad extra es absorbida por la suave picada. Por lo tanto, la velocidad a que el aire se desplaza fuera del termo normalmente disminuirá y la bolita verde indicará menos ascenso, tal vez medio metro por segundo. Sin embargo, debido al incremento de la velocidad la succión del venturi se acrecienta y este aumento del flujo del aire del termo y la bolita verde indican el mismo régimen de ascenso anterior (1 metro por segundo).

Mientras el planeador pierde velocidad al ascender, trepará más rápido que antes, digamos 1,5 metros por segundo, pero como la disminución de la velocidad causa una disminución de la succión en el venturi, el flujo extra del aire del termo se compensa y la bolita verde muestra el mismo régimen de ascenso, es decir, un metro por segundo.

Por lo tanto, el venturi de energía total elimina los efectos de las variaciones de velocidad sobre el variómetro o, como algunos pilotos expresan, elimina las térmicas de palanca. Esto es muy útil, desde que el piloto sabe que si la bolita verde indica aumento de ascenso en una parte de su viraje, este aumento de ascenso realmente se debe a que el planeador se encuentra en la parte más activa de la térmica y no a un falso registro debido a un movimiento hacia atrás de la palanca.

Cuando existe posibilidad de formación de hielo el venturi puede bloquearse, por lo que para prevenir este problema y el resultante de la entrada de agua en el instrumento, generalmente se coloca una pequeña llave de desagote entre el venturi y el variómetro. Cuando esta llave se abre posibilita el drenaje del agua que hubiera entrado y además permite al instrumento funcionar como un variómetro común nuevamente, utilizando la presión de la cabina. Como ya hemos dicho, esto no es lo mismo que utilizar la presión estática, por lo que el piloto no debe sorprenderse si, volando con la llave de drenaje abierta, el variómetro se comporta en forma un tanto rara cuando se abre o cierra la ventanilla de ventilación o cuando el velero derrapa o desliza, desde que estos desplazamientos pueden provocar la salida o entrada de aire en la cabina y la consiguiente modificación de la presión. Hoy se usa un simple tubito con ranuras u orificios apropiadamente hechos que cumple la misma función.

Hay un tipo distinto de sistema de energía total. Es el de capacidad variable. En lugar de aplicar la succión a la parte estática del variómetro se utiliza la presión estática común, pero entre el instrumento y el termo se incluye un depósito extra de pequeña capacidad. Este depósito tiene una fina membrana en uno de sus lados y la presión proveniente del tubo pitot se aplica al otro lado de la membrana. Por lo tanto, los cambios de velocidad hacen que la capacidad total varíe ya que la presión del tubo pitot hace que la membrana sufra una deflexión. Esto produce exactamente el mismo efecto que si aplicáramos el venturi a la parte estática del instrumento y tiene la ventaja de que no hace falta un tubo situado al aire y, desde que el tubo pitot no se hiela, el variómetro no será afectado por el hielo.

En condiciones de suma turbulencia el sistema de energía total puede proporcionar indicaciones muy raras. Esto se debe al hecho de que el venturi no puede distinguir entre un aumento de velocidad debido a una picada y otro debido al aumento por la turbulencia. En ambos casos tiende a elevar la bolita verde. En tales condiciones puede ser mejor abrir la llave de drenaje y volver a la operación normal, teniendo esto en cuenta mentalmente. Las ventajas superan de lejos estos pequeños problemas y pocos pilotos que han utilizado un variómetro de energía total no desean disponer del mismo nuevamente.

¿Por qué el curioso nombre de energía total? Lo que el instrumento está haciendo para nosotros es llevar una especie de cuenta bancaria de nuestro stock de energía. Si convertimos parte de nuestra altura en velocidad extra, el variómetro dice: energía total, sin variación, mientras que el variómetro común diría: pérdida de altura. Si nuevamente convertimos nuestra velocidad extra en altura, el variómetro de energía total dirá: energía total, sin variación, mientras que el variómetro común diría: ganancia de altura.

Todas estas situaciones son reales, pero en el caso del variómetro de energía total el instrumento tiene un ojo puesto en la energía cinética o la energía debida a la velocidad, así como en la energía potencial, o energía debida a la altura y nos lo acredita o debita de acuerdo al aumento o disminución de la velocidad. El variómetro común nos indica cómo está cambiando nuestra energía potencial o debida a la altura. El variómetro de energía total nos indica cómo cambia nuestra energía cinética y potencial: en una palabra, nuestra energía total.

LA BRÚJULA

El velocímetro, el altímetro y el variómetro pueden considerarse los instrumentos básicos de nuestros planeadores y puede lograrse una enorme cantidad de horas de vuelo solamente con estos tres.

Para un vuelo de distancia importante necesitaremos disponer de una brújula pero desde que ésta es similar a cualquier otro tipo de brújula magnética, no investigaremos mucho este aspecto. No obstante, su instalación debe ser efectuada por una persona competente. Esto implica colocar el planeador en varias posiciones observando las indicaciones de la brújula y corrigiendo sus errores tanto como sea posible. Ello se debe a que el metal de la estructura del planeador puede, en algunos casos, afectar las indicaciones de la brújula. Cuando la brújula ha sido corregida todo

lo que sea posible, los errores deben anotarse y tenerse a la vista en una tarjeta, en el panel de instrumentos. Los métodos de corrección difieren pero el más usual es el de ubicar pequeños imanes dentro de la caja de la brújula o por medio de tornillos que desplazan los imanes ubicados en el recipiente que la contiene.
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Última modificación: 26 de Febrero de 2006