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Club de Planeadores Los Caranchos

Aeródromo:  Ruta Provincial C-45  -  ALTA GRACIA  -  Departamento Santa María  -  Provincia de Córdoba  - República Argentina


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Teoría de Vuelo para Pilotos de Planeador

Stafford Allen

Capítulo I ] Capítulo II ] Capítulo III ] Capítulo IV ] Capítulo V ] Capítulo VI ] [ Capítulo VII ] Capítulo VIIIa ] Capítulo VIIIb ] Capítulo IX ] Capítulo X ]

Capítulo VII

CLASES DE PLANEADORES

 Es ahora tiempo de echar un vistazo más de cerca a los variados tipos de planeadores que pueden verse en el hangar de cualquier club de vuelo a vela. A la luz de lo que hemos aprendido estaremos ahora en condiciones de apreciar mucho más de los por qué y para qué, que antes.

EL PRIMARIO

Comenzando por lo primero, consideraremos el planeador primario. Se trata de una criatura que está prácticamente extinguida. No tenía fuselaje sino un simple marco de madera o, algunas veces, de tubos de acero que contenían el asiento del piloto y la unidad de cola, y además soportaba un ala rectangular muy simple montada bien por encima de la cabeza del piloto. Esta ala generalmente se encontraba asegurada al fuselaje por arriba y abajo, mediante cables. La parte del marco que hacia de fuselaje situada por encima del ala, por lo general se hallaba forrada con tela, formando una Y invertida. Los controles eran por demás convencionales pero extremadamente simples; en realidad, los cables de control eran visibles en toda su extensión. La característica fundamental era la simplicidad, poco peso y bajo costo, combinados con una gran resistencia. La función del primario era enseñar a la gente a volar por el método de hacerlo solo desde el primer momento. En consecuencia, debía tener la capacidad de soportar una gran cantidad de malos tratos sin estropearse. Por lo tanto, eran indicadas las alas sujetas con cables desde que un cable dañado es mucho más fácil y barato de reemplazar que un montante. Además, en el caso de un accidente menor el piloto estaba mucho más seguro sin un fuselaje a su alrededor, ya que no había peligro proveniente de astillas de madera.

En vuelo el primario era extraordinariamente estable en los tres ejes. Tenía que serlo desde que era volado por pilotos prácticamente sin experiencia. Esta es la razón de la cola anormalmente grande y el plano vertical a que hicimos referencia, ubicado sobre el ala. Esta gran estabilidad, por supuesto, tenía que pagar un precio y ese precio eran controles pesados y lentos. Los controles se hallaban dispuestos en forma accesible. El piloto tenía un amplio control sobre el vuelo normal y le era extremadamente difícil llevar al planeador a una situación anormal. Muchos primarios bien diseñados eran completamente imposibles de hacer entrar en tirabuzón.

El ala era de forma rectangular. Todas las costillas eran de la misma forma y la envergadura era relativamente pequeña. Ambos elementos permitían obtener un ala liviana y barata.

El rendimiento del primario, como podría esperarse, era muy pobre. El ángulo de planeo era del orden de 1 en 8 o 10 y la caída mínima, de alrededor de 1,5 metros por segundo. Sin embargo, cumplía su misión en forma admirable y permitía volar lentamente, barato y con seguridad. Tal vez la peor crítica que podía hacerse al pobre primario es que resultaba demasiado estable y fácil de volar. Aunque estas cualidades eran necesarias, tendían a producir hábitos de pilotaje chapuceros en pilotos que habían hecho su aprendizaje en primarios, hábitos que a menudo eran difíciles de eliminar más tarde.

Algunos primarios habían sido dotados de carenado, es decir, una pequeña cabina en forma de huevo para permitir un mejor flujo del aire en la zona del piloto y el fuselaje. Mientras esto no ayudaba nada a modificar las malas condiciones del primario, tenía un efecto muy marcado en la performance. Los primarios de este tipo fueron usados durante muchos años como máquinas de entrenamiento elementales para el vuelo a vela en lugares donde había una buena pendiente para vuelo en ladera.

Los primarios tenían una curva L/D con mucha pendiente y esto significa que sólo poseían una muy pequeña gama de velocidades donde podía encontrarse alguna eficiencia. Por encima y por debajo de esta velocidad el ángulo de planeo se asemejaba al de un ladrillo. Ejemplos de primario fueron el Dagling, Eon Primario y los alemanes Zogling y Escuela 38.

EL INTERMEDIO

A continuación, en cuanto a eficiencia, vienen los planeadores intermedios. Este es un término muy vago que se aplica a una gama muy amplia de planeadores. Podemos afirmar que cubre todos los planeadores que son suficientemente eficientes para volar a vela o mantenerse y trepar en condiciones favorables, pero que no tienen una buena gama de velocidades; en una palabra, que no tienen buena penetración. En esta categoría se incluyen los biplazas Schweizer, Tutor y Specht, así como los monoplazas Grunau Baby, Hütter y Swallow. En estos casos tenemos un verdadero fuselaje, por lo general de forma simple, con costados planos, un ala muy sencilla soportada por montantes y una apariencia por lo común mucho más aeronáutica que la de los primarios. La diferencia más importante, sin embargo, es que el alargamiento del ala es mucho mayor en los planeadores intermedios, y el ancho y espesor de las alas por lo general van disminuyendo hacia los extremos. Nos referiremos a este tema del alargamiento más tarde con mayor detalle.

Los planeadores intermedios más eficientes tienen un ángulo de planeo del orden de 1 en 20 y una velocidad mínima de descenso de alrededor de 0,70 a 1 metro por segundo. También tienen una curva L/D muy pendiente, es decir, que son eficientes en una gama relativamente pequeña de velocidades. Su respuesta a los movimientos de los controles es mucho más rápida que la de los primarios y no son tan estables. Ello no quiere decir que sean inestables; tienen, por supuesto, estabilidad positiva, pero la estabilidad no es excesiva al punto de interferir en forma negativa con la rapidez y ligereza de los controles. Puede afirmarse que un planeador intermedio eficiente como el Grunau Baby o el biplaza Sedbergh hará cualquier cosa que pueda hacer un planeador de alta performance, excepto volar velozmente.

Los planeadores intermedios tienen en general una razonable carga alar, lo que les da una baja velocidad de vuelo, pero habitualmente no tan baja como la de los primarios. Las alas usualmente tienen un cierto alabeo en las puntas para disponer de un razonable control de alerones cuando el aparato se encuentra al borde de la pérdida y los alerones, por lo general, son del tipo diferencial para disminuir al mínimo la resistencia. También se suele dotar a estas máquinas de una rueda central para el aterrizaje.

Ahora bien: ¿Por qué, en la búsqueda de una mayor eficiencia debemos tratar de obtener un mayor alargamiento? Para hallar la respuesta a esta pregunta debemos volver a los principios elementales. Eficiencia o buen ángulo de planeo dependen, como hemos visto, de la relación L/D del planeador. Cualquier cosa que reduce la resistencia sin reducir la sustentación, o a la inversa, incrementa la sustentación sin incrementar la resistencia, hará aumentar la relación L/D y el ángulo de planeo. Lo que ejerce mayor efecto en la relación L/D es el ala. En los primeros capítulos observamos las alas y los perfiles correspondientes a un corte lateral, pero esta no es toda la historia. Permítasenos ahora echar un vistazo al ala de los planeadores, en planta.

Imagine un planeador volando directamente hacia usted. Debido a la sustentación que produce, hay una región de presión reducida sobre el ala y una región de presión incrementada debajo de ella. En consecuencia, el aire tiende a escapar de debajo de las alas por los extremos y dirigirse hacia la parte superior. Por supuesto, no puede lograrlo del todo, pero el efecto es una deflexión del aire situado debajo de las alas, ligeramente hacia afuera y una deflexión del aire que fluye sobre las alas, ligeramente hacia dentro. Este efecto es mayor cerca de las puntas y menor en el medio del ala. Exactamente detrás del ala estas tendencias hacia dentro y hacia fuera del aire se vuelven a encontrar y se juntan formando un vórtice (una especie de remolino) que se desprende desde las puntas de las alas. La energía que se desperdicia en estos vórtices proviene del mismo planeador y la resistencia que producen se denomina resistencia inducida. Ahora, desde que las puntas son las culpables principales de esta resistencia inducida, lo ideal sería no tener puntas de alas. Nadie ha inventado hasta ahora una forma práctica de construir un ala sin punta, pero podemos hacerla pequeña en comparación con la parte media eficiente.

Figura 17 – Vórtices en puntas de ala

La figura 17 muestra la forma de  tres  alas  de  igual superficie.   Las  superficies sombreadas muestran la por­ción relativamente ineficiente. En la figura 17 a) el área sombreada  constituye  una buena proporción del total del ala. En la figura 17 b) pode­mos apreciar la enorme ven­taja  lograda  mediante  la duplicación de la envergadura y la disminución de la cuerda (en realidad, duplicamos el alargamiento). Ahora, las puntas son una pequeña proporción del ala y la resistencia inducida es mucho menor. Aun lo podemos mejorar si damos a las alas una forma aguzada (fig. 17 c), en la cual la porción de la punta ineficiente es muy pequeña y también lo es la resistencia inducida.

Debemos terminar estas consideraciones sobre la resistencia inducida con un elogio a los técnicos en aerodinámica por esta magnífica simplificación en lo que es realmente un problema muy complejo.

Por lo tanto, si deseamos una buena eficiencia debemos disponer de una gran relación L/D y únicamente podemos disponer de ella si mantenemos la resistencia inducida tan baja como sea posible. Sólo podemos obtener esto utilizando un gran alarga­miento. Naturalmente, hay un límite para el alargamiento que podemos utilizar, porque a medida que hacemos las alas más largas y estrechas, se hace más y más difícil construirlas fuertes y bastante rígidas como para cumplir su tarea sin que sean excesi­vamente pesadas. La disminución del ancho de las alas nos ayuda en este caso porque la sustentación se concentra más en el medio y menos en las puntas, lo cual reduce la flexión de las mismas. El alabeo produce el mismo resultado, excepto que si tratamos de volar invertidos con el planeador, el alabeo se invierte y la susten­tación se concentra en las puntas. Esta es una de las razones por la cual está prohibido el vuelo invertido en casi todos los planeadores.

EL ALTOVELERO

El último tipo de planeador que debemos considerar es el de alta performance o para vuelos de distancia. En esta categoría entran los planeadores de perfil laminar como el Standard Austria, Foka, Zefir, M 100, Ka 6, Vasama, Skylarks, Olympia 419 y 460, Ka 18, Eagles, todos de madera (y los más modernos de plástico construidos principalmente en Alemania y Polonia), los tipos más viejos con perfiles alares convencionales tales como el Sky, Weihe, Gull IV, Kite II y muchos otros. Las competencias han mostrado que los tipos laminares son considerablemente más eficientes. Cualquiera sea su eficiencia, todos estos tipos tienen el mismo propósito, es decir, vuelos de distancia a alta velocidad, de tal manera que podemos considerarlos como una clase. En todos los casos estas máquinas tienen alas de gran envergadura y gran alargamiento para proporcionarles alta eficiencia. Las secciones de ala son elegidas muy cuidadosamente para proporcionar una curva L/D tan chata como sea posible, de tal manera que disponen de una gama de velocidades muy grande en las cuales el planeador tiene un buen ángulo de planeo. En síntesis, decimos que estas máquinas tienen buena penetración. Para mantener la resistencia al mínimo los fuselajes por lo general son redondeados, muy pulidos, de sección oval, y la cabina se encuentra integrada con una burbuja plástica. Siempre disponen de frenos o spoilers y estos dispositivos también están siendo incluidos en los planeadores intermedios. También y por lo general se incluye una rueda central. Un recurso moderno son las ruedas retráctiles, que una vez entradas quedan cubiertas con un buen carenado. Toda la máquina está perfilada al último grado a fin de llevar la resistencia al mínimo.

Las performances de estas máquinas llegan a ángulos de planeo entre 1 en 30 hasta 1 en 60, combinadas con velocidades mínimas de descenso de alrededor de 0,60 metros por segundo hasta menos de 0,50 metros por segundo. Las cargas alares son más altas que las de los planeadores intermedios e inclusive se pueden aumentar con lastre de agua, y las velocidades de óptimo planeo son del orden de 80 a 100 kilómetros por hora contra 55 a 70 en los intermedios. Los planeadores de alta performance pueden tener, sin embargo, ángulos de planeo excelentes cuando se vuelan a velocidades elevadas.

La circunstancia de que su velocidad óptima de planeo es mayor que la de los aparatos intermedios coloca a las máquinas de alta performance en ligera desventaja en ciertos días en que las térmicas son pequeñas y difíciles de centrar, desde que altas velocidades significan virajes más amplios para un determinado ángulo de inclinación. Sin embargo, su mayor eficiencia a alta velocidad  significa que pueden  volar muy  rápido entre ascendencias, donde los planeadores intermedios perderán una gran altura volando lentamente. Las máquinas de alto rendimiento pueden, por lo tanto, obtener una alta velocidad promedio en vuelos de distancia.

Las características de estos planeadores son, generalmente, razonable estabilidad y buenos controles, peso liviano y rapidez. Las máquinas, por supuesto, varían en estos aspectos y aquellos planeadores con muy grandes envergaduras son los más difíciles de equipar con alerones de fácil control.

Estos planeadores son todos del tipo cantiléver, es decir, no poseen montantes para mantener baja la resistencia. Este tipo de máquinas debe permitir un armado y desarmado fácil y rápido, des de que a menudo deben ser transportadas de retorno mediante un remolque por rutas terrestres. Muchas disponen de un tablero muy completo con instrumentos para vuelo a ciegas y todas tienen capacidad para llevar un paracaídas para el piloto. Algunas de ellas están autorizadas para efectuar una limitada gama de acrobacia, siendo las más comunes el looping, la media vuelta y el tirabuzón.
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Última modificación: 26 de Febrero de 2006