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HISTORIA DEL VUELO
SIN MOTOR
Extraído del Manual de
Aspectos Generales del Vuelo a Vela
Grupo Aéreo Escuela
ESCUELA DE
AVIACIÓN MILITAR - FUERZA AÉREA ARGENTINA
1964
EN EL ASPECTO
MUNDIAL
La historia
del vuelo del ser humano es tan antigua como el hombre. En las bellas artes de todos los
pueblos civilizados se encuentran manifestaciones de seres humanos alados.
Aparte
de los innumerables visionarios, técnicos serios como Leonardo Da Vinci también se preocuparon del problema del vuelo.
Pero como hasta el siglo actual todos los relatos denuncian solo fracasos o aventuras de
carácter absolutamente legendario, se comenzará la historia del vuelo sin motor con las
primeras hazañas auténticas.
Aunque
se conocen vuelos anteriores del Jhon Montgomery, en EE.UU., fue Otto Liliental quien
inició la aviación científica con sus vuelos, allá por el año 1893. Con la
colaboración de su hermano Gustavo realizó los primeros vuelos planeados en el jardín
de su casa en Gross Lichterfelle suburbio de Berlín. Después de muchos ensayos en vano y
en una agotadora tarea de investigación que lo ilustra acerca de la resistencia del aire,
los ensayos fueron continuados en un terreno vecino, hasta que en 1894 se construyó un
pequeño cerro de 15 metros de altura, con un cobertizo en su cima, en las cercanías de
Groos-Lichterfelde donde efectuó numerosísimos vuelos planeados con resultados
satisfactorios; en las colinas cercanas a Rhinnow y Stekende unos 350 metros de distancia
a pesar de haberlos iniciados casi todos desde media altura.
El 9 de
Agosto de 1896, al ensayar uno de los planeadores, cerca de Stollen, se precipitaron a
tierra falleciendo al día siguiente, 10 de agosto a causa de las heridas sufridas. Los
planeadores construidos y ensayados por Liliental consistían en esqueletos de mimbre
revestidos de tela fuerte, medían de 7 a 8 metros de envergadura y pesarían de 15 a 20
Kg., efectuó también ensayos con planeadores biplanos.
El
sistema de lanzamiento era del tipo piloto suspendido o sea que el planeador
toma impulso mediante el uso de las piernas del piloto (conocido hoy como pierníferos).
En
1895, el ingeniero naval inglés P.S. Pilkcar logró vuelos de 15 a 200 metros de
distancia con un planeador de 23 kg. De peso.
Fue el
creador con claves, similar al sistema actual con sogas, sé hacia elevar mediante el
esfuerzo de varias personas que corrían tirando de una cuerda e iniciaba el vuelo cuando
efectuaba el desprendimiento, Mr. Plicher fallecido en octubre de 1899 a consecuencia de
un accidente que tuvo en un vuelo.
C.
Chanuts y A.M. Harring en EE.UU. en base a experiencias recogidas, determinaron que el
problema más apremiante era determinar el gobierno de los planeadores mediante timones
accionados por el piloto, en vez de desplazar el centro de gravedad como se hacía hasta
entonces, es decir que el piloto se corría de adelante hacia atrás para la trepada o
descenso, o a los costados para los virajes. De esta manera realizaron más de 1000 vuelos
sin tener ningún accidente.
Los
hermanos Wilbur y Orville Wright incitados por Chanute y Harring incursionaron en las
tareas del vuelo planeado logrando bastantes éxitos.
Los
Wright fueron los inventores del alerón y los primeros pilotos en el mundo por el año
1900 que comandaron un planeador con timón y alerón. Volaban con el cuerpo en posición
horizontal, quizás para evitar la resistencia aerodinámica. El aterrizaje se realizaba
sobre un sistema similar al patín de los aparatos trineos e idénticos a los usados aún
en muchos planeadores. Realizaron más de 1000 vuelos con distintos aparatos sin tener
incidentes.
Con el
tiempo y en base a los trabajos realizados decidieron colocar un motor en el planeador,
tarea que fue coronada con el más rotundo de los éxitos, ya que se inició de esta
manera la era del más pesado que el aire, esto sucedió el día 17 de
diciembre de 1903, en Kitty Hawk, Carolina del Norte en EE.UU.
Orville
Wright, en 1911 después de los éxitos alcanzados con su hermano Wilbur, volvió a los
vuelos planeados con la idea de ensayar un estabilizador con el objetivo de aprovechar las
corrientes ascendentes.
Con los
planeadores del tipo construidos por Lilienthal y Chanute en 1899, el Capitán Faber
inició el vuelo en planeador en Francia, con marcado éxito ya que se transformó en un
deporte del cual surgieron celebres constructores como ser Voisin, Bleriot, Esnaul, etc.
El
primer concurso en planeador se realizó en Francfort, Alemania en 1909 con motivo de la
exposición internacional de Aeronáutica, concurso ganado por el Aviador Reichelt con un
biplano Bules tipo Chanute.
De esta
manera se inicia la fase deportiva del vuelo silencioso en la actual generación, para lo
cual se crearon agrupaciones o clubes dedicados a esta actividad, la juventud alemana por
el año 1912 trasladó su centro de actividades de vuelo a Wasserkuppe en el Rhon, zona
que se hizo famosa por los ensayos realizados y los éxitos obtenidos.
La
guerra del 14 al 18 suspendió la actividad de vuelo planeado, dedicándose todos los
esfuerzos a perfeccionar el avión con motor, que tanto impulso adquirió con motivo de la
conflagración aludida. Terminada la guerra por el tratado de Versalles, Alemania es
impedida en desarrollar su actividad de vuelo sin motor, lo que le permite iniciar con un
impulso incontenible la actividad de vuelo silencioso, lográndose así un eficaz campo de
experimentación que revolucionaría en corto tiempo conceptos esenciales en la
construcción y pilotaje de aviones.
Sus
institutos lograron extraordinarios éxitos cuyos resultados significaron el adelanto de
la aviación mundial.
En 1920
el ingeniero Osker Ursinus invitó a todos los clubes que realizaban ensayos de vuelo de
planeadores, a tomar parte de un concurso a realizarse en Wasserkuppe, en realidad solo se
trataba de vuelo planeado, en donde también se efectuaban tentativas para aprovechar las
ráfagas o los vientos ascendentes para realizar el vuelo a vela. En esta competencia se
destacó Klemperer, quién logró un vuelo récord de 2:22 horas de duración y 1830
metros de distancia. Klemperer fue el primero en realizar vuelo a vela en la región del
Rhon.
A
partir de 1920 el vuelo planeado queda relegado a un segundo plano, y comienza el
advenimiento del actual vuelo a vela gracias a los cursos brindados por Stamer y Student,
que aprovechaban las ascendentes de las colinas o montañas. En el vuelo de colina se
destacó Schulz con un vuelo de 14 hora, Nehring Manoyral, Thoreht, Barbot, etc..
A
partir de 1928 por estudios realizados por el sabio meteorólogo alemán Walter Georgii
(que trabajó mucho tiempo en nuestro país) sobre las corrientes ascendentes de origen
térmico, de comienza la etapa en el vuelo a vela donde se destacaba el mundialmente
famoso piloto, instructor y constructor de planeadores Wolf Hirth, recientemente fallecido
en vuelo (1959), a la edad de 65 años; se distingue también Keonfeld, Groenhoft, Peter
Riedel, Heinz Dittmar, seguidos mas tarde, en 1934, por Afman, Schmidt, la señorita
Hanna, S. Apate, etc.
La
última guerra obliga a una nueva postergación a la inmensa actividad desplegada que dio
lugar a numerosos perfeccionamientos en la faz aeronáutica que benefició al avión con
motor y al entendimiento y dominio de la meteorología, todo esto se tradujo en reales
cristalizaciones en la obtención de marcas, como lo podemos observar a continuación como
dato ilustrativo.
En 1951
el norteamericano Jonhson voló la distancia de 882 km. En 9 horas aproximadamente.
En 1952
el francés Charles Atger tuvo una permanencia de 56:15 horas.
El 19
de marzo de 1962 en Estados Unidos se logró una altura de 13519 metros.
EN EL ASPECTO NACIONAL
A la
República Argentina le cabe el mérito de
haber sido el primer país Sudamericano en donde se implantó el vuelo en planeador.
El
precursor de esta actividad fue Di Pablo Suarez, quién mantenía correspondencia con Otto
Liliental, basado en esto, construyó en Tandil un planeador rudimentario utilizando
cuatro métodos primitivos, el 25 de mayo de 1904, hizo un lanzamiento desde una colina lindante a la ciudad; el
intento dio pocos resultados y Pablo Suarez no voló más. Los hermanos Pablo y Augusto J.
Dalaygue, construyeron un planeador en 1918, pero no existen antecedentes sobre sus
antecedentes.
Después
de este ensayo pasaron muchos años, hasta que nuevamente
los éxitos alcanzados por los alemanes despertaron los entusiasmos
dormidos, y así comienza el trabajo de
nuestra gente, que como el ingeniero Desiderio Piró en 1923 construye en Tandil un velero
de tipo alemán, similar al Wampyr y que
bautizó con el nombre de Regina. El intento de vuelo fue realizado en la
colina cerca de la ciudad, empleando como medio de lanzamiento el Sandow, pero
a pesar de normalidad del vuelo, no se pudo impedir que el planeador chocara con un
peñasco, lo que motivó la muerte del piloto Otto Alfredo Ballod, considerado el primer
mártir del vuelo en planeador en nuestro país. Este hecho tuvo su repercusión en el
orden local, pero a pesar de ello algunos aficionados (muy pocos por cierto) siguieron
interesados por el progreso auspiciado que en el exterior continuaba manifestándose
especialmente en Alemania en donde el estado se convertía, por razones especiales basadas
en el tratado de Versalles, en el principal propulsor de estas actividades.
En
octubre de 1927, Máximo Berth y Benito Bichler construyeron y volaron un planeador
elemental en la vecina localidad de Quilmes logrando bastante éxito en la empresa. En
mayo de 1928 el mismo Barth construye y vuela otro planeador del tipo piloto
suspendido que tuvo buenos resultados.
El
progreso de la meteorología habría de suministrar a los amantes de la práctica del
vuelo silencioso, una orientación segura al proporcionarles el conocimiento de fenómenos
atmosféricos necesarios para el vuelo, como ser el descubrimiento de las corrientes
ascendentes térmicas, hecho que revolucionó por completo toda actividad de vuelo sin
motor, lo que trajo como secuela grandes éxitos en los vuelos realizados; esto acontecía
por el año 1930.
A
instancia de la revista Ciencia Popular de la Capital Federal el 30 de agosto
de 1930 se crea el Club de Planeadores Argentino Albatros,
hecho que señala el establecimiento definitivo de las actividades del vuelo sin motor en
nuestro país.
El gran
empeño y consistente labor de sus fundadores entre los que se destacan los señores
Alfredo Finochietti, ingeniero Jorge Duclout (que realizó varios vuelos interesantes),
Florentino Callejas, Adolfo Lazaraz, Ignacio M. Gomez, V. A. Ernesto Vignera, Hamlet
Lemmer, Luis Pallich, Ignacio Gilberto
Vasconcellos, Luis Paolini, a los que siguieron Ovidio Descole, Raúl M. Olivares, Kurt
Craman y otros cimentaron las bases definitivas sobre las cuales se asienta este deporte
ciencia que ha tenido y tiene cada vez mas adeptos.
Debemos
también rendir nuestro reconocimiento a los esfuerzos realizados en el interior del
país, como ser los realizados por el club González Chaves en 1932, activamente dirigido
por Daniel Dekker, el aeroclub de planeadores de Comodoro Rivadavia creado en 1933, el
club de planeadores Aerorex con el aficionado Enrique Hoerhaner, también
fundador del actual club de planeadores Cóndor, del cual él es presidente,
el club de planeadores de Tandil en 1936 con los aficionados Romeo Carabelli y Roberto
Madsen, en este mismo año se creó el club de planeadores Mar del Plata con los señores
Fausto Toso y Rolando Hume, en 1937 el club
de planeadores Los Caranchos de nuestra ciudad, con los aficionados Jorge
Nasim Favre, Arnoldo Spahn e ingeniero Desiderio Biró, este club tenía su pista donde se
levanta la Escuela de Suboficiales de Aeronáutica, posteriormente se transformó en el
club de planeadores Córdoba con su campo en Juárez
Celman cercano a la ciudad. Posteriormente se creó otro club en Azul en 1938 con el
malogrado Oscar Osgood, Félix Cataneo y Ricardo Piazza, luego vino el club Alas de
Rauch. En 1939 Los Tucanes en Tucumán con el ingeniero Alfredo Turbay y
Carlos Maurín y así se fueron creando otras instituciones aerodeportivas que cimientan
el deporte silencioso y que constituyen el primer jalón para el logro del pilotaje con
motor.
Un
hecho interesante de destacar y que contribuyó a cimentar la piedra fundamental del vuelo
a vela en nuestro país, ha sido sin duda alguna el hecho de que nuestros aficionados
construyeran casi todos los primeros planeadores que surcaron el cielo patrio
contribuyendo a que el deporte se arraigara en forma definitiva.
Se debe
mencionar el alto espíritu de trabajo y deporte puesto de manifiesto por aquellos que nos
precedieron y que a costa de sacrificios y de tiempo elaboraron sus propios medios para el
vuelo.
La
falta de colinas cercanas al club Albatros que actuaba en el aeródromo oficial Presidente
Rivadavia, Morón, demoró el progreso del vuelo en planeador, pues con la existencia de
tales colinas habrían desaparecido los costosos remolques por auto y se hubiera empleado
el sistema de lanzamiento por Sandow, de esa manera se habrían realizado con
bastante anterioridad vuelos dinámicos para así satisfacer a muchos aficionados que no
pudieron soportar la espera para el logro de sus aspiraciones y sacrificios.
Pero a
pesar de ello, Ernesto Vignera en 1934 logró los primeros vuelos térmicos en la zona de
Morón, destacando un vuelo con un Pruffling Kasse, que sin instrumentos y
después de un remolque por auto a 180 metros de altura, se elevó a 600 metros, logrando
recorrer una distancia de 17 Km., aterrizando en Monte Grande después de 45 minutos de
vuelo; luego se destacaron Raúl Olivares, Kurt Grahanman y así sucesivamente se fue
afirmando y jalonando la viril actividad del Deporte Ciencia en la República Argentina
que espera aún más de sus adeptos no solo en el
ámbito local y nacional sino en lo internacional.
EL VUELO EN
PLANEADOR EN LA FUERZA AÉREA ARGENTINA
SUS COMIENZOS
La actividad
de vuelo en planeador comenzó por el año 1945, haciendo la Escuela de Aviación Militar
una serie de planeadores primarios en la F.M.A, que fueron remolcados por medio de autos.
En ese entonces era Director de la Escuela de Aviación Militar el Comodoro Martín Rafael
Casiró. El grupo que desarrollaba esta actividad deportiva estaba constituido por el
Mayor Ulises Ibarra, Capitán Baraldo Victorica, Capitán Cora Jansen y otros oficiales
igualmente entusiastas por este tipo de vuelo. Colaboró en la impartición de esta
instrucción el Instructor Vicente Eynard y socios del Club de planeadores Córdoba.
Cabe destacar un hecho digno de comentario. Y es
el siguiente: Como consecuencia de haberse clausurado en el año 1945 el aeródromo Las
Playas, a causa de construirse en los terrenos que el mismo ocupaba la Escuela de
Suboficiales de Aeronáutica, la pista para que el Club de Planeadores Córdoba
desarrollara su actividad de vuelo sin interrupción, habiéndose prolongado este hecho
hasta el año 1947.
En el
año 1952 la Escuela de Aviación Militar dispuso que
un grupo de Oficiales del Instituto desarrollara actividad de vuelo en planeador, para lo
cual el Club de Planeadores Córdoba cedió su personal y material para la concreción de
esta actividad. Se desempeñó como Jefe del Escuadrón de Vuelo el Capitán Belindo
Chumbita.
El
grupo estaba constituido por los primeros tenientes Héctor Bravo, Carlos Eduardo
Azcoitía, Aldo Zulaica, Antonio Humberto Corradini, Alberto Corona, Andrés Valeira
Vacareza y los tenientes Humberto Okar, Héctor Fallofico, Jorge Duarte y J. Carosino.
Estos oficiales mencionados realizaron el Curso de Vuelo en Planeador y de Piloto
Remolcador, utilizando para ello un planeador Primario marca E-38 y como avión remolque
un Fleet Biplano monomotor.
En el
año 1953 se funda por iniciativa de un grupo de oficiales, un Club que se denomina Los
Caranchos. Quedando su Comisión Directiva constituida de la siguiente manera:
Presidente Comodoro Mario Daneri, Vicepresidente Comodoro Guillermo Ruzzo, Secretario
Primer Teniente Alberto Corona, Tesorero Capitán Alberto Rojo, Pro-Tesorero Capitán
Héctor Bravo y Vocales los Capitanes Carlo Teran, Mario Prozzi y Andrés Valeira
Vacarezza.
Realizan
el Curso de Pilotaje durante este año y utilizando el planeador biplaza Kranich II, entre
otros, los siguientes oficiales: Julio César Krause, Benigno Andrada, Jorge Martinez
Thompson, Julio Oscar Perez Cortés, Carlos Terán y Hugo Lazzo desempeñándose como
Instructor de Vuelo el señor Salvador Ereter y siendo remolcador el suboficial Alfredo
Sebastián Figueroa.
El día
2 de mayo de 1955, en la Escuela de Aviación Militar se convoca a los socios del Club de
Planeadores Los Caranchos para la construcción de una nueva Comisión
Directiva, estableciéndose como medida primordial la intervención en el Club de todo el
personal militar y civil de la Guarnición Aérea Córdoba. Presidió a esta Asamblea el
señor Brigadier Raúl Oscar Lacabane.
En el
Campeonato Nacional del año 1954, realizado en Juarez Celman, asiento de la pista del
Club de Planeadores Córdoba, participó por primera vez un planeador construido por la
F.M.A., el Baby P-24, piloteado por el teniente Humberto Okar y un altovelero SKY 34,
conducido por el Capitán Héctor Bravo Moyano.
Finaliza
así una serie de intentos esporádicos, pero firmes de establecer el Vuelo Ciencia en la
Fuerza Aérea Argentina, llegándose hasta el año 1958en que prospera una vieja idea del
Comodoro Julio Cesar Krause de hacer volar a los Cadetes de la E.A.M.. En julio de ese
año el Club de Planeadores Los Caranchos, presenta un Memorándum a la
Escuela de Aviación Militar sugiriendo que los Cadetes de dicho Instituto realicen
actividad de vuelo en planeadores en el mencionado Club. El entonces Vicecomodoro Alberto
Caracciolo Villegas elevó a la superioridad la conveniencia y la necesidad de realizar un
curso en planeador por parte de los Cadetes de III y IV años, en base a lo sugerido
anteriormente este requerimiento no prosperó.
El 13
de noviembre de 1959 el Comandante Washington Pastor, Jefe del Cuerpo de Cadetes, reitera
el pedido a que es elevado al Comando Aéreo de Institutos por el Director de la Escuela
de Aviación Militar, Comodoro Justo Horacio Gonzalez, dándose comienzo a esta actividad
a mediados del año 1960 en la pista de vuelo de la Escuela de Tropas Aerotransportadas,
con el personal y el material de vuelo cedido por el Club de Planeadores Los
Caranchos, el cual estaba compuesto por un biplaza de instrucción Schweizer y como
avión remolque un biplano Curtiss Kelito. Se desempeñaron como instructores de vuelo los
señores Alberto Rodríguez Ponce, Ademar Buira y Hugo Revellino.
En
octubre de 1960 y a raíz de una falla
mecánica en el avión remolcador, la actividad se paraliza hasta el mes de marzo del año
1961, fecha en que comienza en forma regular la instrucción de vuelo en planeador por
parte de los Cadetes de la Escuela de Aviación Militar, siempre a cargo del Club de
Planeadores Los Caranchos.
En 1962
la Dirección General de Instrucción y Habilitación cede en préstamo, otro biplaza y se
coloca en vuelo un viejo Morane Saulnier Cigüeña.
En 1963
se efectúa el primer requerimiento de material aéreo consistente en dos planeadores
biplazas metálicos de instrucción Blanik L-13 y un avión de remolque I.Aé.46 Ranquel.
En este
mismo año el Jefe de Cuerpo de Cadetes Comodoro Héctor Luis Fautario, prevé para el
año 1965 la oficialización definitiva del Curso de Vuelo la cual pasa a depender del
Grupo Aéreo Escuela en su control, se desempeña como Jefe el Comodoro Jorge José
Sartorio y como Director de la Escuela el Brigadier Benigno Héctor Andrada. El material
de vuelo es facilitado por el Club de Planeadores Los Caranchos.
Ello es
hasta tanto se complete el equipamiento debido a la Escuela de Aviación Militar.
En el
mes de marzo de 1963, la Escuela de Aviación Militar presentó por primera vez un equipo
compuesto por Cadetes en un torneo zonal de la Provincia de Córdoba, logrando una
excelente ubicación entre todos los participantes.
Cabe
hacer notar que es la República Argentina y su Fuerza Aérea, el primer país americano
que introduce en sus planes de vuelo la impartición de instrucción para la posterior
participación en certámenes Nacionales y Extranjeros con Equipos de Cadetes.
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